Regulación del afecto

El sufrimiento como una expresión de deficiencias en las capacidades de la AUTORREGULACIÓN.

Los estados de afecto regulados se dan cuando nos sentimos seguros y tranquilos, disponibles para la conexión, cuando nos sentimos bien. En un estado desregulado no nos sentimos seguros. La flexibilidad es sustituida por automatismos. La espontaneidad cede su espacio a la reactividad, a la defensa, la protección… tenemos la sensación de que algo ha ido mal.

Muchos de los trastornos psiquiátricos pueden ser considerados como trastornos en la autorregulación. Entre ellos se encuentran los Trastornos en los Estados de Ánimo, en los que el estado emocional está masivamente desregulado, produciendo estados de depresión o manía. En estos estados mentales se producen disfunciones características en la perfección, en la memoria, en las creencias y en las conductas. Los Trastornos de Ansiedad revelan también la inundación de una emoción que evoca un estado mental disfuncional.

 Las personas con estas dificultades de autorregulación pueden ser excesivamente sensibles al ambiente y pueden también presentar una alta desregulación expresada en vivencias de desastre inminente, como en el Trastorno de Pánico y el Trastorno Obsesivo-Compulsivo. En el caso del Trastorno límite de la Personalidad la desregulación se expresa en vacilaciones caóticas que van de un extremo afectivo al otro y por la permanencia en estados afectivos desregulados durante períodos prolongados e incluso los Trastornos Narcisistas en los que las deficiencias en la desregulación no son tan obvias presentan una desregulación frecuente y prolongada. Consulta las tarifas de los servicios de psicoterapia y regulación del afecto en Santander.